INGREDIENTES
- 500 gr de patatas
- 1 cucharada de tomillo seco
- AOVE, sal y pimienta
- Zumo de 1 limón
- 3 dientes de ajo
PREPARACIÓN
En primer lugar lavamos muy bien las patatas y no las pelamos, les dejamos la piel y las cortamos por la mitad o en gajos. En todo caso nos aseguramos de que los trozos sean homogéneos.
A continuación las ponemos en una bolsa de asar y agregamos el tomillo, 1 cucharada de AOVE, sal y pimienta al gusto, ralladura y zumo de 1 limón, 3 dientes de ajo machacados y un chorro pequeño de agua (o más AOVE)
Horneamos a 200º unos 30 minutos o nosotros veamos que están doradas.
Ya tenemos preparado un rico acompañamiento. Ya sabéis además, porque os lo he comentado en otras ocasiones, que si cocinamos la patata (mejor con piel), la dejamos enfriar y pasadas 24 horas la volvemos a calentar sin superar los 100º, habremos generado almidón resistente, es decir, no digerible, por lo que sirve de alimento a las bacterias “buenas” de nuestro intestino grueso, tiene de esta manera un efecto prebiótico.
Y bien conservadas aguantan varios días en la nevera.